Me pidieron ser representante de mi Universidad, para un conversatorio de jóvenes líderes, cosa que fue un total halago y que me ayudo a crecer muchísimo gracias a Dios!
La exponencia era en base a la propuesta de paz que presenta cada año ante las Naciones Unidas, para solicitar la abolición de las armas nucleares el Presidente de la organización Soka Gakkai Internacional, Daisaku Ikeda., y el tema que me toco abarcar fue el de el "Poder de las personas consientes y los derechos humanos", y este fue mi discurso palabras menos palabras más:
PODER DE LAS PERSONAS CONSIENTES Y LOS DERECHOS HUMANOS.
La carrera por defender los derechos humanos es larga, y difícil de alcanzar, en algunos casos parece más una utopía que una posible realidad.
Esto ocurre porque las personas no son consientes de los derechos que como ser humano poseen, y el cambio y rompimiento de estos paradigmas serán la única solución a este problema.
Debido a que el mundo nos impone reglas a seguir, prototipos y roles que nos marcan una tendencia, se nos olvida que somos seres únicos, individuales con talentos por explotar en potencia; para adaptarnos al mismo, seguimos una realidad que no nos pertenece, moldeando nuestros caracteres a lo que los demás ven como “correcto”, incluso irrespetando nuestras propias filosofías de vida y sacrificando nuestra propia felicidad.
Por eso creo que el respetarnos a nosotros/as mismos/as como individuos primero para luego poder formar parte de un todo, será la única vía que tendremos para alcanzar la paz y una verdadera cultura de derechos humanos, pues como decía la escritora estadounidense de origen ruso Ayn Rand: “La menor minoría en la tierra es el individuo. Aquellos que niegan los derechos individuales, no pueden llamarse defensores de las minorías.” Si queremos defender una verdadera cultura de derechos humanos, debemos ser consientes de nuestro ser, y defender, respetar y valorar en primer lugar nuestros derechos como individuo.
¿Se imaginan si esto se nos enseñará desde la infancia? Que diferente sería el mundo.
Siempre he escuchado que para poder cambiar el mundo, debemos empezar por nosotros mismos; pues estoy más que de acuerdo con ello, y le agregaría que hay que hacerlo trabajando por el futuro desde el presente, porque si trabajamos desde el presente por un futuro mejor, les estaríamos dando realmente valor a lo que consideramos como futuro.
Y esa palabra “valorar” es justo y necesario repetirla varias veces para que no solo quede en nuestro subconsciente sino que en nuestra mente y en nuestro actuar: VALORAR, porque lo que se valora se respeta y allí radica todo.
Así que a cambiar el mundo, empezando por nuestra propia realidad ¡Valorando! nuestras capacidades e ideas, para luego poder ¡Valorar! la de las demás personas; pues encontrar nuestra felicidad reside en eso, y ser felices es una decisión que tomamos día a día.
Como decía Antoine de Saint-Exupéry en la novela El Principito, con el personaje del zorro: "solo se ve con el corazón, lo esencial es invisible para los ojos"… cada mañana que te veas al espejo, recuerda que eres un ser único, que forma parte de un todo, y para poder ayudar a crecer este mundo, debes empezar a descubrir con tu corazón, ese potencial que tienes, desarrollarlo, valorándolo, rompiendo paradigmas, eligiendo siempre ser feliz.
Sin duda algo que siempre recordaré con una sonrisa gracias a Dios! =)
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